Me llama bastante la atención los comportamientos políticos en relación con las votaciones y la corrupción, y sobre todo me llama la atención el umbral de los votantes (y no solo de aquí, parece que Italia también va en la linea) con la corrupción. Es curioso que a los implicados del PP en tramas de corrupción en proceso de investigación salen reforzados en las votaciones. Parafraseando la cita (que algunos atribuyen a Franklin D. Roosevelt respecto a Somoza y otros a Henry Kissinger respecto a Sadam Hussein en unos casos y a Pinochet en otros) «…es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta…» parece que tenemos asumido que la corrupción es parte indisoluble de la política y llegados a ese caso, la corrupción no es algo que les diferencie y por lo tanto no lo consideramos al votar. Me contaban otros amigos, respecto al caso italiano que a Berlusconi le votan porque les gustaría ser como él. ¿Quizás eso también nos pasa en España? Claro que a quíen no le gustaría poder decir que lleva 330.000 euros en billetes de 500 para comprar unos cuadros …. Que dúctil resulta el arte para soportar fluctuaciones financieras!!

No es país para pobres!!